Actividad económica del Valle del Guadalquivir

Agricultura

El Valle del Guadalquivir cordobés, es un territorio con una gran riqueza agraria, quizás de las zonas más fértiles de Europa, dada la calidad de sus tierras, el clima y la presencia de agua. Cuenta con más de 120.000 hectáreas cultivables.

El olivar.  El cultivo del olivar se extiende a lo largo de todo el Valle. Tanto en la campiña, como en la vega, y también en la sierra. Son más de 60.000 hectáreas, de las que un 25% corresponde al olivar de regadío. En todo caso tanto el olivar de secano de nuestra campiña, como, evidentemente el de regadío, con más de 340.00 toneladas de aceitunas que, mayoritariamente son transformadas en una excelente aceite de oliva virgen extra de altísima calidad, por las 50 almazaras distribuidas a lo largo del Valle del Guadalquivir.

El almendro. En los últimos 5 años, el Almendro de regadío, ha sido un cultivo que se ha venido implantando en el Valle del Guadalquivir como una opción interesante de diversificación. Son más de 4.000 hectáreas, las que hay ya implantadas y con tendencia a aumentar con lo que supone un potencial importante y una alternativa interesante de cara a una industria interesante y diversificadora.

El cereal. Destaca el trigo como principal cultivo, con una media de más de 40.000 hectáreas, lo que supone prácticamente el  65% del trigo que se siembra en la provincia de Córdoba. Nuestro trigo es muy valorado,  dada su calidad, y su versatilidad.

Las hortalizas. En una tierra donde el regadío supera las 50.000 hectáreas, el cultivo de las hortalizas es una potencialidad del Valle del Guadalquivir, destacando las hortalizas de verano, asi como el cultivo de la cebolla y la patata.

La naranja. Los cítricos, son también protagonistas importantes de la actividad económica en el Valle del Guadalquivir. Cerca de 12.000 hectáreas de regadío están ocupadas por el cultivo del Naranjo, en la zona más occidental. Con una media de 300.000 Toneladas anuales, unidas a la producción de cítricos del Valle en la vecina provincia de Sevilla, hacen que el Valle del Guadalquivir, sea el principal productor de naranjas dulces de Andalucía y prácticamente de España.

Actividad Industrial

Con una actividad agraria tan importante, es fácil pensar que la principal actividad industrial del Valle del Guadalquivir es la agroalimentaria, efectivamente, es así.

La industria relacionada con el aceite de oliva es fundamental. Ya adelantábamos que son más de 50 almazaras las que se sitúan a lo largo de todo el territorio produciendo un aceite de oliva virgen extra de grandísima calidad y en cantidad de las más importantes de la provincia de Córdoba. La capacidad productora y la calidad aportan un amplio recorrido de posibilidades a esta industria, especialmente en el aumento del envasado. Si bien las almazaras se localizan a lo largo de todo el territorio, hay determinadas localidades donde la producción de aceite de oliva está presente de forma intensa como es el caso de Bujalance -con casí una quincena de almazaras-, Cañete de las Torres o Montoro.

El sector citrícola, es otro de los protagonistas de la industria agroalimentaria del Valle del Guadalquivir. Contamos con uno de los polos principales de comercialización y transformación de naranjas de Andalucía y de España, con una concentración de empresas importantísima, consolidando un núcleo en torno a Palma del Río, que lidera el sector en el Valle del Guadalquivir, con una capacidad comercializadora de más de 250.000 Tm.

Hablamos del trigo como un cultivo importantísimo en el Valle del Guadalquivir, y el trigo es el protagonista de una de las más importantes industrias del sector  como es Pastas Gallo, ubicada en EL Carpio.

En la industria agroalimentaria, hay una importante presencia de diversas empresas del sector cárnico, como en Pedro Abad, Cañete de las Torres, Fuente Palmera o La Carlota, dedicadas al al sector avícola, despiece,  embutidos o precocinados, muchas de ellas de las más importantes de Andalucía. Destaca igualmente las dedicadas a la carne de caza como ocurre principalmente en Hornachuelos.

La industria quesera es importante, centrándose en La carlota y Fuente Palmera, especialmente el queso de cabra.

Por último, en el sector alimentario, siendo una zona productora importante de Miel, especialmente en los Parques Naturales es protagonista de  Apícolas en Montoro, Hornachuelos, Posadas o Villa del Río.

Relacionado con el sector agrario o agroalimentario, en el valle del Guadalquivir se ha desarrollado una importante industria auxiliar, centrada principalmente en la fabricación de aperos y maquinaria agrícola, en municipios como Posadas. La carlota, o Guadalcázar, y de fabricación de maquinaria y equipamientos para almazaras, en Bujalance.

También la fabricación de insumos para la agricultura, como abonos y fertilizantes tiene una presencia  importante, en La Carlota o Palma del Río.

En la parte más oriental, el sector de la madera, tiene una especial importancia. Villa del Río concentra un número de industrias importantes relacionados con la tapicería, y la fabricación de sillas, sofás, y una industria auxiliar que, en conjunto, forman un polo de actividad, en este sector, de los más importantes de la provincia.

La fabricación de muebles de cocina y cuarto de baño tiene también un actividad importante como el caso de  Villafranca de Córdoba.

La fabricación y diseño de Trajes de Novia y de todo lo relacionado con las celebraciones, es un sector con una inusual presencia y concentración en el mundo rural, y este es el caso de Fuente Palmera. Hasta tal punto que este municipio es conocido como el pueblo de las novias, por el gran número de empresas relacionadas con este sector.

Sector turístico

En este privilegiado territorio, donde el río Guadalquivir es el protagonista y en cuyo centro se alza la capital califal, Córdoba, el turismo se convierte en una actividad de gran importancia.

A la belleza patrimonial de la capital hay que unirle los recursos naturales como los dos Parques, o el propio río al que unirle, sus afluentes y los numerosos embalses. Ello permite actividades, como el senderismo las rutas en bici o a caballo; el avistamiento de pájaros o la berrea, y múltiples actividades náuticas. Y la oferta para el turismo de embalses es numerosa: El Bembezar, el río Yeguas, el Martín Gonzalo, el Arenoso, el Embalse del Salto, el del Retortillo o el de la Breña,  jalonan el Valle del Guadalquivir de estos remansos de agua.

Actividades para la familia y para los jóvenes se pueden realizar a lo largo del Valle del Guadalquivir, fundamentalmente, por el número de empresas que ofertan posibilidades de turismo activo.

EL patrimonio es otro de los atractivos turístico, a la Capital hay que unir un riquísimo patrimonio rural, encarnado en la diversidad de municipios que se encuentran en el Valle del Guadalquivir. Cultura, historia, paisaje, tradiciones y un sinfín de eventos de diverso formato y contenido, proporcionan un gran atractivo para el visitante.

No hay que olvidar la exquisita gastronomía que se puede encontrar en cada rincón del Valle del Guadalquivir,  así como alojamientos rurales de todo tipo´, ubicados en enclaves de los más diversos,  junto con pequeños hoteles con el encanto del mundo rural.

El comercio y los servicios

Todos y cada uno de los pueblos del Valle del Guadalquivir, lógicamente, dependiendo de su tamaño, cuentan con una estructura comercial y de servicios de gran importancia para el mantenimiento de la población. La cercanía, la proximidad y el servicio son calves de estos pequeño negocios, normalmente familiares, que suponen además una pilar de gran importancia para la economía local y, en todo caso, básicos para evitar el despoblamiento de los pueblos.

Alimentación, textil, reparaciones, hostelería, droguerías, peluquerías, etc. son protagonistas de esta estructura comercial básica de los pueblos y que hacen que se mantengan, y proporcionen el equilibrio necesario para esa calidad de vida tan valorada en el mundo rural.